10:28 PM Edit This 1 Comment »

La Belleza

La belleza es azul, fugaz, frágil.
Casi etérea, incomprensible.
Basta un momento para que se convierta en humo. Está destinada a brillar un instante y morir para dejar nacer un nuevo destello.
Por eso es única. Por eso es honesta.
Por eso es belleza y lo es aún más cuando hay que buscarla, cuando hay que encontrarla y cuando hay que entenderla.

Imagen Nude Bleue, Matisse

2:16 PM Edit This 2 Comments »

Y llovía y llovía.
Los muros blancos, arrebatadoramente blancos, se iban llenando de chispitas de luz de agua. Tic tac tic tac. El segundero parecía querer comerse al mundo. Y llovía y llovía. La gente, entre un barrido de colores, sacaba sus paraguas y comenzaba a correr por los laberintos empedrados. Decir todo lo que se pueda decir. Intentar juntar todas las palabras en una frase de hueso y sentimientos. Y llovía y llovía. El aire gris se desenroscaba entre los seres y las cosas. Los patios, las plantas, las ventanas, las flores rojas que bailaban flamenco en los balcones. El sol había perdido su partida de ajedrez con las nubes. Tratábamos de no perder la nuestra con el tiempo que apremiaba y que ganaba terreno. Y llovía y llovía. Y había que irse. Y salir a la calle chispeante. Y entrar al torrente multicolor. Y llovía y llovía. Y nos dijimos adiós con los ojos, con las manos. Y desde lejos me llegó mojado tu grito. Y llovía y llovía.

4:10 PM Edit This 3 Comments »

Je sens le monde qui respire autour de moi.
Tout en attendant quelque chose.
Je reste sage et vois les sombres au délà de ma fenêtre.
Ils bougent. Ils dancent. Ils chantent.

Il y a des illusions dans l'air.
Et des étincelles.
Petites, crustillantes comme des migues de croissant doré.
La nuit s'ecoule dans ma chambre et la remplit.

Et moi, je nage dans le noir, dans la poussière des rêves.
Les illusions viennent et me racontent à l'oreille
tout ce qu'elles veulent, tout ce qu'elles sont.
Je me moque un peu et tout le monde s'arrête.

11:06 AM Edit This 5 Comments »

Sigues aquí, muy adentro, hay que buscarte.
No apareces fácilmente, es cierto, pero después de algún rato de cerrar los ojos y pensarte con fueza empiezas a dibujarte con sombras y con olores... casi llegas a ser una textura. Con tus ojos claros y fijos como hechos de agua y de sal.

No te amé nunca y lo siento, pero cuánto te quise.
Te pinté, te escribí, te describí, te vi. Realmente te vi y aún te veo a veces en las noches frías. Porque te vi dormir, porque te vi gritar, porque te vi llorar, porque sentí tu aliento frío. Y me parece sentir tus manos haciendo todavía trenzas en mi pelo y tu sonrisa plena escuchándome leerte a Baudelaire "Je frissone de peur quand tu me dis «mon ange»"... maravillándonos de que la belleza pudiera escribirse, mientras el sol de la tarde espiaba por la ventana.

Imagen en deviantart

9:21 PM Edit This 4 Comments »

Esto es lo que llamaría un post de ocasión. Scenario: Estoy, habiendo terminado ya el temido examen de economía poítica, iluminada por las luces frías del segundo piso del cci repleto de gente sola. Hay entes extraños que vagan sin rumbo, dignos de una película de zombies. Hay pelos esponjados y ojos ojerosos. Hay rostros cansados que se asoman bajo un mal logrado maquillaje. Los cables parecen haber tomado las mesas, como intestinos que han cobrado vida propia dominando a sus antes cuerpos protectores. Un festival de bilis y mala vibra. Radiografías que antes de entrar a la realidad, fueron personas. Y esto nos hace el sistema, qué barbaridad.

6:04 PM Edit This 5 Comments »

La Tierra de Quieto Estarás

La Tierra de Quieto Estarás solía ser mágica. No importa si estaba seca, con flores, entre neblina o granizada, húmeda o caliente, siempre era mágica. No bastaba más que atravezar el umbral de la casa, polvearse los zapatos, llegar, subir sus escalones de piedra vieja hasta llegar a lo alto y quedarse quieto, muy quieto, tan quieto que lo único que pasaba era la vida.
Un poco más cerca del cielo, aquel que se atrevía a moverse corría el riesgo terrible de quedar muy cerca del suelo. El aire zumbaba diferente en la Tierra de Quieto Estarás. El sol era trasparente, las voces eran más cálidas, las naranjas más dulces, las manzanas más rojas. Las nubes pintaban cuentos en el cielo. La mano del otro era la seguridad de que nada pasaría y llegaríamos salvos a la hora de la cena.
A veces cuando no sé qué hacer me quedo quietecita y dejo de hablar. No muevo ningún músculo y pienso en la Tierra mágica de Quieto Estarás. En el olor de las manzanas y en la luz trasparente del sol. Y dibujo cuentos en el aire y el cielo.