6:59 PM Edit This 4 Comments »

Si todos somos polvo de estrellas, todos somos todo. Somos parte de una unidad que funciona, predestinada a ser eterna hasta no serlo más... Entonces qué caso tienen las líneas divisorias, que se hacen más delgadas mientras más las buscamos? La línea que divide el bien del mal, lo naco de lo kitsch, lo sexy de lo vulgar, lo elegante de lo pretencioso, el porno del cine de arte. Todos somos todo, pero no me toques la clase. Qué sentido tiene la revolución francesa si nadie en el fondo quiere ser igual que el prójimo? Ni siquiera creo que Tomás Moro quisiera ser igual que el rey que lo asesinó. Cómo aprender a distinguir el color de la situación sin tener una guía para la vida de Pantone, que nos diga: "amargo-triste-floral no. 348" procédase a actuar de la siguiente manera... Supongo que eso reacae en el sentido común, pero si cada cabeza es un mundo, cómo puede existir algo así (such a thing)?... Somos como copos de nieve, únicos, inigualables, irrepetibles pero fugaces. Vivimos un instante y queremos saberlo todo. Y hacerlo todo bien. Y no equivocarnos nunca. Y elegimos sólo una dentro de un abanico de posibilidades. Qué se hace con los millones que desechamos, si millones no pueden estar equivocados?

8:03 PM Edit This 1 Comment »


Estoy harta de pensar en Demetrio Macías. No es que no me guste su guerrera existencia ni que me molesten sus actitudes barbáricas y filisteas. No es que no soporte su fisionomía indígena, su aire desenfrenado y su energía revolucionaria. Simplemente es que no quiero escribir sobre él. No quiero pensarlo ni analizarlo. No quiero saber por qué lucha si ni siquiera él lo sabe. Tengo miedo de darme cuenta de que Demetrio Macías me asusta. Su explosión irracional de testosterona, su lucha automática, impensada, injustificada, eterna y necesaria entran aterrante y estrepitosamente en mi mundo iluminado, tranquilo y seco. Seco y seguro. Como el de una aspirina; blanca, pequeña, en un lugar cerrado, tranquilo, seco y seguro. No se deje al alcance de los niños.

Imagen de Ztephania OZ en Deviantart

7:41 PM Edit This 4 Comments »

C'est vrai que l'on est dans la même lumière
que l'on vit tous dans la fin d'un rêve
qui se mêle aux pensées, aux sentiments...
jusqu'à ce que l'on ne sait plus si l'on sent,
si l'on pense, si l'on rêve.


Imagen de Iriyu en Deviantart

1:55 PM Edit This 4 Comments »


Pasada la efervescencia navideña, here i go again. Pensé durante días cómo sería mi primer post del 2007. Le di muchas vueltas al asunto, pasé del recuento de los daños del 2006 a la reflexión abstracta y subjetiva de lo que significa un nuevo año, con tintes existencialistas que intentamos aterrizar con los propósitos de año nuevo... que, por lo menos yo, nunca cumplo. Hablamos mucho cunado se cambia el número, hacemos planes, nos deprime lo que no hemos hecho, lo que no hemos dicho y llenamos esos vacíos (que están más presentes que nunca) con luces de colores, abrazos, compras y dulces.
No quiero ponerme a decir que cada año es una nueva oportunidad para "ser una mejor persona", ni que es un buen momento para reinventarse y cargarse de energía... no soy mucho de sermones y menos de superación personal. Pero si tengo que sacar una conclusión de todas las ideas que me han recorrido los sesos, tout compte fait, esta vez sí me costó darme cuenta de que realmente el tiempo pasa y que eso importa y que no tiene vuelta atrás. "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio"...

7:19 PM Edit This 8 Comments »

Si bien en Colima ir al súper es la diversión número uno (creo que es la ciudad con mayor número de supermercados por habitante), ir al cine está seguramente después de ir a misa. El cine en Colima es verdaderamente un suplicio. Había uno bueno, parecido al Cine del Bosque, pero lo cerraron porque creo que sólo yo iba (y sola, para acabarla). Actualmente hay tres; uno porno del que no puedo dar explicaciones y dos comerciales. De esos, uno está sí, en un tercer piso, en una ciudad sísmica como es Colima, y unos MMCinemas que están junto a Soriana. Si tan sólo la gente se pasara del súper al cine...
El caso es que para asegurar un lleno parcial, las películas más comerciales de las comerciales de las comerciales llegan, meses después, al único cine decente de la ciudad. El fin de semana revisé la cartelera y estaba el ilusionista y aunque me había quedado con las ganas de verla, tenía como flojera. Mi cuñada terminó de convencerme pidiéndome que le contestara un formulario acerca de la operación del cine a cambio de una entrada gratis, con refresco y palomitas incluidas.
A la gorra ni quien le corra pensé mientras me explicaba que debía contestar las preguntas para una investigación de mercados que hacía una empresa para evaluar a MMCinemas, que el formulario se lo habían mandado de México y que ella no podía ir porque prefería quedarse con mi hermano. Gustosa, tomé las cortesías y el formulario y me dirigí a Soriana.
Llegué, cambié mi boleto, compré mis palomitas y mi refresco fijándome bien y anotando si todos tenían la playera, la gorra y el gafete; si me habían ofrecido la MMCard o si me informaban de las promociones en dulcería, cuántos minutos hice en la fila, si me dijeron buenas noches pase usted, si la película empezó a tiempo.
Al terminar la película vacié los datos en el formulario y lo entregué en Servicio a Clientes, como había entendido que era preciso proceder. ERROR. La comunicación me jugó una mala partida y no era eso que debía hacer sino regresarle los papeles a mi cuñada sin que nadie del cine se enterara.
Mi hermano me habló en la noche preguntando por el formulario y caimos en cuenta de que el malentendido podía ocasionar que la investigación se viniera abajo. Histérica de horror y vergüenza entré a MMCinemas pasadas las once de la noche. La dulcería estaba apagada ya y no había ya nadie en el vestíbulo. El guardia me llevó a la oficina donde un par de jefecillos cínicos tenían mis papeles en las manos y me veían con aires de superioridad, como se ve a un ratón caer en una ratonera.
Les expliqué lo que había pasado, que esos papeles eran míos y que no podían hacerme eso, que todo había sido un error, que ellos no debían enterarse. "El problema es que nos enteramos" dijo uno, con una sonrisita de triunfo. Me interrogaron, me dijeron que quién me pagaba, que de dónde venía, que investigarían en origen de todo eso, que no podían derme algo que revelaba información de la operación del cine. POR FAVOR, si yo misma había llenado los papeles y no decía mucho más que cuánto tiempo había tardado en hacer la fila de las palomitas, que sus salsas estaban sucias y sus baños limpos. No hubo manera de hacerlos entender, realmente pensaban que habían descubierto el hilo negro de una conspiración en contra de su empresa por culpa de un descuido de una pobre muchachita ingenua e ignorante. Justifiqué cuanto pude durante una media hora, me imaginé a mí misma arrebatando los papeles de las manos de uno de ellos, que frente a mí los hojeaba diciendo que llegarían hasta las últimas consecuencias. Me sentía forastera interrogada en la procuraduría, como de película. Me imaginé siendo demandada por la empresa de mercadotecnia, misma que perdería millones invertidos en la investigación por mi culpa. Salí derrotada, con la cola entre las patas y a punto de llorar de impotencia y susto. Lo máximo que había logrado era una cita al día siguiente con la administradora.
Me subí a la camioneta y le conté a mi papá que sí había encontrado los papeles, pero que no me los querían dar. Furioso, mi papá entró a la oficina gritando que me estaban robando, que el formulario era mío. Les dijo a los tipos que qué tontos eran de no dejarse evaluar, que por si no lo sabían todas las empresas hacían estudios así y que si su mundo era tan pequeño como para no darse cuenta de eso, no era culpa nuestra. No lo escucharon y le pidieron burocráticamente que "hiciera favor de abandonar la oficina". Se gritaron hasta de groserías ante mis ojos atónitos. Mi papá dijo que eran unos necios, que no veían más allá de sus narices, que no se daban cuenta del problema de imagen en el que podían meter a su empresa al reaccionar paranóicamente ante una evaluación por parte de una estudiante decente que no tenía necesidad de pasar por esos trances. La cosa se puso tan agresiva que el guardia empezó a llamar a seguridad bociferando en su radiecito. Digno y entero mi papá les dijo que ya se iba, pero que Colima era muy chiquito y que algún día se los iba a encontrar haciendo algún trámite y que... bueno yo ya no quise saber más.
Estaba asustada por lo que pudiera pasar con mi cuñada y la investigación. Ella también sentía pena por haberme metido en ese berenjenal.
Al otro día, fui muy puntual a mi cita con la administradora, quien MUY amablemente me explicó que no había de qué preocuparse, que ella sabía cómo funcionaban esas cosas, y que tenía conocimiento de todo. Me devolvió mi formulario hasta en una carpeta pidiéndome que perdonara por favor a sus empleados que se asustaron y por eso reaccionaron así. Me contó que le habían hablado por teléfono a medianoche apanicados, una vez que mi papá y yo nos habíamos ido. Yo toda sonriente me limité a decir que muchas gracias, pero que por favor civilizara a su gente que me habían hecho pasar un mal rato.
Entregué los papeles y no pasó a mayores (uffff), pero de ahora en adelante juro que no se me va a olvidar el A ver si entendí bien, bla bla bla (...) correctoooo? básico para una estudiante en Ciencias de la Comunicación.

Imagen de Edek, Deviantart.

10:43 PM Edit This 4 Comments »

No falla. Empiezan las vacaciones y mi mente entra en un jardín de manicomio, de esos que tienen banquitas blancas, árboles y pasto muy verde. Un jardín aislado, en el que uno se sienta en pijama a pensar sin estructuras ni lógica... puras ideas sin pies ni cabeza. Más allá de los muros del jardín, escucho al mundo moverse a mi alrededor. Las rutinas que lo hacen funcionar aún se entrelazan en su dinámica cotidiana mientras la mía se ha ido a meter en un caparazón de tortuga donde se mueve en cámara lenta.
Son días lentos y bizarros dentro del jardín. Mi mente no se está quieta y cada vez está más loca. La rutina atrapada y la mente libre no son una pareja sana... La gente me habla y mientras la escucho, la imagino con la cara azul y flores violetas en la cabeza. O vestida de afgana. O con un gorro ruso. O con mariposas hechas de chispitas voleteando a su alrededor.
Me llegan mis sesiones de autoconocimiento, en las que hago por pasar más y más niveles en la carrera interminable de entenderse. Saco conclusiones e intento explicar el porqué de mis contradicciones. Estas suelen ser entretenidas porque hay que escarbarle al pasado. Cualquier cosita, por mínima que pareció en su momento, puede ser la causa de muchas cuestiones sin respuesta. La parte fea es cuando, una vez encontrado el hilo negro, caigo en cuenta que lo importante no era entenderlo, sino encontrar la manera de cambiarlo. Es en ese momento en el que me siento en un libro de superación personal, que como debe de hacerse con todo ese tipo de libros, cierro en ese mismo instante para pensar en otra cosa.
Finalmente llega la obligada etapa en la que pienso si realmente quiero cambiar de caballo o mejor sigo con el mismo y no me refiero a mis preferencias políticas. Mi costal está repleto de momentos de reflexión y nunca he sabido con certeza responder a esa pregunta, ¿le cambio o le sigo?. Los gorros rusos y las flores violetas me distraen. De pronto, el momento de abrirle el caparazón a la rutina llega y la mente ya no es tan libre, debe seguir normas y organizarse... tiene muy poco tiempo para regresar al pasto verde del manicomio y pensar en cosas no rentables...
Hoy las vacaciones están de nuevo aquí y las recibo con miedo y ganas de quedarme dormida en el jardín de la locura.

8:44 PM Edit This 4 Comments »

La FIL


Ningún evento cultural, ni siquiera la filarmónica con el ballet ruso de 800 pesos el boleto tienen para mí el valor sentimental que tiene la Feria del Libro de Guadalajara. La emoción de no ir a la escuela para venir desde Colima, a las siete de la mañana, desayunar un pan del Globo y estar a las diez en la puerta de la expo.
Pasar todo el día de la mano de mi papá, viendo libros y viéndolo hojear libros con fotografías brillantes. Acompañarlo a preguntar si este año sí tenían La Arquitectura de León Battista Alberti... que cómo me gustaba escuchar la fonética rítmica de ese nombre.
Buscar entre la gente a la señora pelirroja que se escabullía por entre los pasillos y sentir un gran alivio al verla lejos, entre la gente, cargando bolsas de libros y hablando con desconocidos.
Tragarse un rápido susto a creer por una fracción de segundo que se ha perdido la bolsa de mano, la bolsa de libros, la factura de compra o la hermana chiquita. Sentirse grande cuando el encargado de x editorial no conocía lo que le estaba pidiendo.
Comer lo horribles baguettes fríos y caros de pan chicloso con los pies adoloridos.
Pedir una vez más el Todo Mafalda.
Visitar el Stand de la Universidad de Colima y burlarse de los nuevos libros editados por el primo del amigo del hermano del Gobernador.
Viajar de regreso a Colima, en la noche y leyendo los libros nuevos con la luz de la luna, quemándonos los ojos sin que los papás se dieran cuenta.


Este año caí en la cuenta de que nuestros rituales en la Fil son siempre los mismos. Llegar, quejarse por lo peligroso que es el espiral para subir al estacionamiento, evaluar la fila para entrar desde las escaleras eléctricas, comenzar con el recorrido de derecha a Izquierda, empezando por las editoriales religiosas que no le interesan a nadie, para pasadas las 7 de la noche quejarse de que no alcanzamos a llegar hasta el otro extremo, donde están los diccionarios y las enciclopedias electrónicas.
Ir nostálgicamente al fabuloso Stand que pone el ITESO, con aires de si yo hubiera. Buscar el Stand de Alfaguara y renegar de lo caro que son los de Alianza y Aneagrama. Renovar la suscripción de Letras Libres y hacer chistes acerca de los libros que cada quien debería comprar (y sí, este año tocó que me ajeraran con libros de obesidad...). Ir a cenar y justificar las elecciones de compra.
La excursión a la FIL es todo un evento ligado a un montón de sentimientos que se entremezclan entre ellos, con ellos y con la versión contemporánea de ellos. Las visiones, la gente, el olor de libros envueltos en plástico, los planes para el próximo año, la agenda ficticia que demanda un orden para leer lo nuevo y comprar lo que no alcanzó a comprarse. La FIL es como un espacio de deseos, sorpresas, expectativas y encuentros, con uno, con el que uno fue, con el de al lado y con el que está lejos, pero lee.

11:40 PM Edit This 3 Comments »

Hay veces en la vida en que uno hace cosas irracionales con un total conocimiento de la irracionalidad de las cosas, y aún así las hace uno... en la vida... a veces.
Rara vez hay justificación que legitimice ese tipo de acciones, generalmente estupideces, pero a quién le importa justificar todo, quién dijo que tenía que tener una razón lógica... y si la razón es sólo unas incontenibles ganas de ver qué pasa, de sentirse un científico manipulando el hábitat de un ratón sólo para ver cómo reacciona?... escenario hipotético: te toca llevar el pavo navideño desde el horno a la mesa. Entras al comedor, todos elegantemente vestidos te miran expectantes en un ambiente adornado con esferas, luces, nochebuenas, duces y copas. Todo es hermoso, equilibrado, preciosista como en las películas de Zeffirelli. Entonces tú dejas caer el pavo sólo para atesorar una fotografía mental, el invaluable momento en el que todo mundo hace una cara diferente, única, una cara que no había hecho nunca antes; la cara que se hace cuando se ve caer el pavo navideño ante las narices frías de toda la familia. Sabes que serás el odiado y burlado hasta la próxima navidad, incluso te haces daño a ti mismo pues no comerás pavo y seguramente te tocará limpiar y servir cereal en nochebuena... aún dudas en regalarte ese momento. Pero tu parte racional, tan educada, sale a flote para salvar la situación (y tu reputación) y tu parte aventurera, sedienta de pimienta a penas logra arrancarte un: "imagínate que se me hubiera caído el pavo"mientras el yo razonable la calla con una risita cínica.
Sin embargo hay veces, sí hay veces en que no te importa hacer el estúpido... el estupidito, con tal de reír por dentro. Presa de uno de estos momentos idiotas pero brillantes, confieso que hace un par de años aposté cuál sería el final del Señor de los Anillos, que estaba a punto de terminar de leer. Lo aposté, sí, contra mi hermano y mi primo que ya habían leído el libro... es sólo que me parecía grotesco que de una mordida le arrancaran el dedo a Frodo, no pensaba que fuera posible, Tolkien no me podía fallar de ese modo. Y aposté... así, estúpidamente, sin pensarlo... aposté un día de esclavitud. Obviamente, el fantasma de Tolkien no quiso hacerme ningún favor y perdí la apuesta, con mi hermano, mi primo y el fantasma riéndose a mis espaldas y frentes... pero no sabían que yo dentro reía más, de su reacción, de su expresión de triunfo por más surreal que éste fuera, un triunfo al fin para ellos y para mí.


Imagen de purplenothing, en deviantart.

6:59 PM Edit This 1 Comment »

3,2,5,2,4,1,1,2,4,3... ah cómo es difícil interpretar los números, siendo que guardan tanta pero tanta información. Pueden ser milagrosos, de suerte, malditos, de mala suerte, de serie, pueden representar medidas, tendencias, niveles, individuos.
Siempre me han parecido mágicas las sucesiones lógicas de números... que por cierto son totalmente lógicas y en absoluto mágicas. Los números de Pascal y la serie de Fibonacci, el crecimiento geométrico y la definición de las espirales. Realmente podría haber sido ingeniera... aunque se burlen. Sin embargo nada de maravilloso tiene lo cuantitativo de mi trabajo de métodos. Dicen que después de la emoción queda solamente la frialdad de los números... hoy muero de frío y la clase nunca fue emocionante.


Foto de flickr, konomiho

3:47 PM Edit This 3 Comments »
Hoy fui al centro de la ciudad. Hace mucho mucho que no iba y fui muy feliz. Esa zona de Guadalajara no me trae más que buenos recuerdos... de esas veces que puedes verte a ti mismo frente a ti, como en un súper ocho de hace tiempo con gente que ya no está, fuera de foco y con manchitas porque la memoria es traicionera.
Marina chiquita de la mano de papá, que le explica que la arquitectura de la catedral es un neogótico malencarado. Marina adolescente esperando a mamá en la meta del maratón de las Fiestas de Octubre, con la Carmina Burana de fondo y palomas en el cielo. Marina tomando fotos con Sergio, Ale y Olga. Marina comiendo raspado. Marina saliendo del cineforo, con amigos. Marina saliendo del cineforo, sola. Marina sonríe al ver tantas Marinas felices a su alrededor.


Imaden de Deviantart: princedimion

6:51 PM Edit This 0 Comments »
















El problema de la Estrella es espacial...

el de la Manzana es temporal.

Imagen: Pomme étoile de Eva Driot.

10:14 AM Edit This 2 Comments »

Porque Ud. lo pidió... (sí esa eres tú primita) aquí va la traducción del post pasado... la verdad es que me rehusaba a hacerlo porque si de por sí en francés está cursi, pero bueno espero que cuando hables ruso, hagas lo mismo por mí. Siéntolo si la redacción presenta irregularidades, traducir es confuso. Te quiero prima.

Las Musas

Me gustaría mucho poder poner algo interesante y nuevo. Alguna cosa, sólo para reír, para soñar, por el placer de escribir. Después de haber buscado empeñosamente en mi cabeza, nada aparecía; todo era banal, común, ordinario. Entonces pensé en las musas, las damas de la inspiración que se van cuando desean. Se ha escrito tanto esperando que lleguen, sin darse cuenta que ya están ahí. Son caprichosas, las musas. Me gustaría ser una; llegar y partir según las estaciones, el tiempo, los sentimientos; tener un largo vestigo blanco y ligero, y flores entremezcladas con los cabellos; esparcir el polvo mágico de la inspiración y volver brillante al que reciba un poco... demasiado fantástico para ser real.
No obstante, ahí, al fondo de mí, de ti y de todos los que aman las cosas bellas de la vida, hay una pequeña musa escondida, secreta, hasta cansada. No hace falta que espere a la dama de cabellos floridos, no hace falta que yo lo sea, ella está siempre ahí, forma parte de mí, de nosotros. Sólo es preciso abrirle la puerta y dejarla salir.

11:41 AM Edit This 4 Comments »

Les Muses

J'aimerais bien pouvoir mettre quelque chose d'intéressant et de nouveau. Un truc juste pour rire, pour rêver, pour le plaisir d'écrire. Après avoir cherché fort dans ma tête, rien n’apparaissait, tout était banal, commun, ordinaire. Alors j’ai pensé aux muses, les dames de l’inspiration qui s’en vont quand elles le veulent. On a écrit tellement de choses en attendant qu’elles viennent, sans s’apercevoir qu’elles sont déjà là. Elles sont capricieuses, les muses. J’aimerais bien en être une ; arriver et partir au gré des saisons, du temps, des sentiments ; avoir une longe robe blanche et légère, et des fleurs mêlées aux cheveux ; éparpiller la poudre magique de l’inspiration et rendre brillant auquel qu'en reçoit un peu… trop fantastique pour être réel. Néanmoins, là au fond de moi, et de toi, et de tous ceux qui aiment les belles choses de la vie, il y a une petite muse, cachée, secrète, même fatiguée. Il ne faut pas que j’attende la dame aux cheveux fleuris, il ne faut pas que je le sois, elle est toujours là, elle fait partie de moi, de nous. Il faut seulement lui ouvrir la porte et la laisser sortir.


Imagen: Ninfa con i fiori della gloria mattutina, de Jules Joseph Lefebvre.

1:17 PM Edit This 3 Comments »

De antemano me disculpo por la serie de estereotipos y clichés que a continuación se desplegarán, pero no es posible escribir este post de otra manera. Yo sé que ni todos ni todas somos así (dividir los géneros tipo Fox me parece un crimen a la lengüa de Cervantes, pero en este caso está justificado) y aunque soy la más feliz de que existan excepciones a la regla, hay que gozar de estos prejuicios de vez en cuando. Bueno menos justificaciones y más post.

El tema de las mujeres manejando es ridículamente importante para los hombres, que se enorgullecen de creerse superiores en la materia. La verdad es que aunque las mujeres no lo expresemos como deberíamos, ellos también tienen manías irracionales al volante.
Cierto es que hombres y mujeres son extremadamente diferentes cuando manejan. Para los hombres se convierte casi casi en un rito reafirmador de su sexualidad mientras que para las mujeres es un trance por el que hay que pasar mientras se inventa algún artefacto para teletranportarse.
Las mujeres que en medio de un crucero pierden el rumbo y terminan en sólo Dios sabe donde, se ríen de su desgracia (I've been there); a los hombres les da más coraje que a Esaú cuando cambió su progenitura por un plato de lentejas... que qué mal gusto además, nunca me han gustado las lentejas.
Una vez perdidos, para los hombres es inaceptable pararse a preguntarle a algún transeúnte. Lo que para las mujeres es algo de lo más socialmente cotidiano, para los hombres parece una tortura comparable a la de Cuahutemoc, prefieren pelearse durante horas con un mapa (que eso sí, ni hombres ni mujeres entienden) antes que pronunciar la engorosa frase "oiga diculpe, cómo llego a ______". Cuando de plano no les queda de otra, se detienen y empiezan a avanzar sin que el bonachón que los está ayudando termine su explicación detallada y confusa, dejándolo con las indicaciones en la boca.
Cuando a una mujer tiene una ruta, la recorre automáticamente; pero los hombres tienen una obsesión por encontrar vías rápidas entre los recovecos de la ciudad, no importa si implica meterse en un berenjenal sólo para ganar un minuto... que después perderán sin darse ni cuenta, probablemente en el baño...
Cuando las mujeres llegan a la gasolinera se paran en la bomba más cercana y de más fácil acceso; aún no entiendo por qué a los hombres les causa tanto estrés quedar del lado contrario de donde el coche trae el tanque, y peor aún, si una mujer va conduciendo invariablemente preguntan: de qué lado traes el tanque? (Obviously I have no idea, does it matter???)
Un lugar pequeño para estacionarse se convierte en un reto irresistible para los hombres, aún cuando es casi físicamente imposible meter ahí el coche, han de tratar hasta el cansancio sin aceptar ayuda externa. Creo que puedo contar con los dedos de una mano las veces que me ha tocado ver un hombre rendirse ante un lugar demasiado estrecho.
Los hombres se vuelven extremadamente comunicativos (cosa rara) al volante. Tienen que decirle a todo mundo a su alrededor cómo se maneja y en caso de que sean víctimas de una injusticia vial les es imposible guardárselo para la hora de la cena, tienen que descargar ahí mismo y de cualquier manera todo su sentir.
La posición de copiloto muchas veces es suficiente para sentirse el amo del coche con frases como "cuidado con esto", "no pases por ahí", "frena", "cámbiate de carril" por mencionar sólo algunas, como si fueran el guía automático de un coche futurista.
Finalmente, se cren realmente dueños de la calle y más si el que según ellos "comete el error" es una mujer. Ayer iba yo tranquilamente manejando por MI calle (literalmente la de MI casa) y un tipo, que ni al caso, todo gañán que ni conocía el rumbo decidió que yo, que paso por ahí diario, iba en sentido contrario y fui verbalmente atacada en mi situación femenina. Amigo, primero infórmate de cómo son los sentidos y luego siéntete el rey de la calle. Pero bueno qué le vamos a hacer, me quedé pensando y escribí este post, que en lo absoluto tiene el afán de ofender, todo lo contrario... aunque sería una buena idea fundar el FEFECOGAV, Frente Femenista Contra Gandallas al Volante.

Foto en Flickr de Morgana's

5:59 AM Edit This 5 Comments »

El sol entra por la ventana y me despierta, a través de una cortina corroída que debo cambiar. De nuevo en el sillón de la sala, con la columna vertebral destrozada... sí, me quedé dormida viendo alguna película. Abro lentamente los ojos, voy al baño y me lavo la cara. Otra vez me dormí con maquillaje... ni modo. Busco con los ojos cerrados por el agua y el jabón una toalla que no encuentro. Los tallo, los abro, me arden y busco torpemente esa toalla dando manotazos a diestra y siniestra, uy, la dejé ayer sobre la cama... voy a mi cuarto sembrado de ropa limpia-sucia-recién-lavada y me seco la cara. Ahora, dónde diablos dejé mis lentes? los pierdo eternamente, seguramente los aventé por ahí antes de dormirme. Los encuentro debajo del sillón. Parece ser temprano... son las ocho y media de la mañana. No tengo ganas de hacer nada y hace mucho que tengo ganas de hacer todo (pintar, leer, y ese tipo de cosas que son símbolos del ocio). Me siento en mi sillón azul, me rasco la cabeza. Me arranco pelos de textura irregular. Me imagino a mí misma calva y mi misma me ordena que deje de arrancármelos. Pienso en lo curioso del verbo arrancar, a-rran-car... lo divido por sílabas, lo digo al revés... tres erres, tres as, es gracioso... le saco la raíz lo digo con la pronunciación en francés. Ok, Marina, la manos quietas, no arranques más. Veo a mi alrededor... puedo ver toda mi casa desde el sillón. Escaneo centímetro por centímero... mis cosas, mi desorden, mi decoración. Fantaseo con cosas que me gustaría ponerle, hacerle, pintarle. Pienso hasta qué haría si en este momento me saliera un ratón. Harta de literalmente picarme los ojos, la necesidad de hablar con alguien se apodera de mí y tomo el teléfono. Marco a mi casa y me contesta la voz de dormida de mi mamá. Hoy cambiaba el horario! pienso en el momento que contesta, a las 7:35... tenemos una brevísima conversación avergonzante sobre el cambio, de atrasar el reloj y de que la vida nos presta una hora que debemos devolver en verano... mamá me dice que me vuelva a dormir. Madre, si pudiera... y bueno soy el ocio, en toda la extensión de la palabra... o-cio, oh no here I go again!!

Foto de Deviatart por Hongatar

6:54 PM Edit This 1 Comment »

Hace ya días que quería poner algo nuevo por acá, la verdad es no es que no tuviera tiempo o que no estuviera inspirada, no se mojó mi lap ni me fui de vacaciones... la culpa la tiene el Beisbol. Y esque sí, en la semana de Serie Mundial, para mí no hay más nada. (Bueeeno no tan así pero apoco no sonó bonito?) El caso es que a manera de justificación, aquí está por qué me gusta tanto.
  • Sus estadísticas son maravillosas, bueno cuentan hasta las veces que una paloma ha sido golpeada por una pelota.
  • Sus uniformes son de lo más puritano y clásico, conservan hasta el cinturoncito y no tienen publicidad.
  • Los jugadores mastican (chicles, semillas de girasol, cacahuates, tabaco y cualquier cantidad de cosas) durante todo el juego.
  • Se comunican por señas y tienen todo un código secreto.
  • Usan cachuchas y cascos con forma de cachucha.
  • El juego de las Estrellas, que es como un mito, donde juegan los mejores jugadores de cada liga, cada uno con el uniforme de su equipo y uno no sabe ni quien es quien.
  • Las diferentes reglas de la liga americana contra la nacional, que dependen del Juego de las Estrellas para ser vigentes en la Serie Mundial.
  • El recurso del bateador emergente.
  • La estrategia de "toque de pelota".
  • El doble play y mejor aún el triple, que es muy raro.
  • Cuando el pitcher hace un juego perfecto... que también es muy raro.
  • El disfraz del catcher, como de robocop.
  • Los chichés maravillosos como "después del error, viene el hit" o "la marca que auncia el ponche, 2 bolas 2 outs 2 strikes".
  • La siempre fatídica séptima entrada.
  • Los jugadores pueden ser gorditos.
  • Puerto Rico, Costa Rica y Venezuela son las potencias.
  • El local lleva en el uniforme el nombre de la mascota, el visitante lleva el del equipo.
  • Las cancioncitas del el público.
  • La emoción de que un sólo buen batazo puede cambiar todo.
  • La casa llena.
  • La tensión del pitcher y el bateador.
  • La soledad del montículo del pitcher.
  • En la cueva que es la banca hay tanta gente tomando y comiendo que bien podrían hacer una fiesta.
  • El juego puede durar horas... bueno confieso que eso no es bueno cuando está aburrido.
  • El novato del año.
  • Las diferentes palabras utilizadas para nombrar el resultado de un batazo, "un imparable", "un globito", "un hit" o mi favorita "un podridito".
  • La cantidad de frases que pasan al dominio popular, como "me tiene en 3 y 2", "batear", "abanicar", "mordar el polvo", "llegar seif".
  • Y muchas cosas más...
Pues ahí está... y para los que no les guste el beis, que seguro ya los tengo bombos con el tema, prometo no escribir del tema en muuuuucho tiempo, hasta el próximo año, hasta la próxima Serie Mundial.

Foto de Deviantart, -pao16

11:44 PM Edit This 4 Comments »
Benito Juárez de Chocolate




Antes de que me acusen de racista, irrespetuosa de la Patria, wannabe nórdica malinchista, enemiga de la APPO y los pueblos populares de la populosa populación de los populentos pueblos de Oaxaca, aclaro que el título de este post se debe más a Morfeo que a mi opinión personal de este héroe del país... del PRI, pues.

Resulta que hace un tiempo me puse la pijama, me metí en la cama y el mago de los sueños me puso de esos polvos que más que hacerte dormir te dan un boleto para un trip que ni Bob Marley en sus días de gloria pudo haber emprendido. Soñé que llegaba a un pueblo desierto, en el que había una tiendita con un letrero despintado de Cocacola. La puerta era de mosquitero verde y entré desconfiadamente para comprar aunque fuera una coca. El olor a bodega encerrada era sofocante. El aire caliente parecía no haber cambiado desde que enterraron a Tutankamón. Los estantes de madera verde (que alguna vez fue verde pistache) estaban tapizados de puntitos cafés... es asqueroso lo que voy a decir y me disculpo, pero tengo que hacerlo, esas manchas no eran otra cosa que popó de mosca y eso es real en las tienditas abandonadas de los pueblos...
Lo más curioso del lugar (más aún que lo repugnantemente antes descrito) era que lo único que estaba a la venta eran Benitos Juárez de chocolate macizo. Esculturas tamaño natural del pastorcito oaxaqueño, de su cabeza y sus hombros hechos en serie. Nadie atendía, nadie cobraba, sólo el Benemérito que me vigilaba, con su expresión de billete de veinte pesos. Me acerqué a uno y golosamente (saben lo difícil que me es resistirme al chocolate), le arranqué un pedazo de la oreja y lo mordí con desconfianza. Y tenía razón, sabía horrible. Rancio y agarroso. Me guardé el pedazo de Benito en el bolsillo y salí de la tienda. La luz me encandiló y vi mis dedos manchados de café oscuro. Intenté limpiarlos pero no lo logré... y no recuerdo más.
No sé qué significan los sueños y la verdad es que soy bastante escéptica al respecto pero no podía seguir guardándomelo; apoco no está interesante,
Coca Cola + Benito + Moscas + Chocolate + Soledad + Mordida = Manos sucias?

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Como todos nos merecemos un poco de existencialimo el domingo, les escribo un parrafito del comienzo de La nausée (la náusea) de Sartre, que dicho sea de paso, empieza mágicamente y queda muy bien para el post de hoy.


"Le mieux serait d'écrire les événements au jour le jour. Tenir un journal pour y voir clair. Ne pas laisser échaper les nuances, les petits faits, même s'ils n'ont l'air de rien, et surtout les classer. Il faut dire comment je vois cette table, la rue, les gens, mon paquet de tabac, puisque c'est cela qui a changé".

Traducción: (Si lees francés no leas la traducción, es espantosa)
Lo mejor sería escribir los sucesos día a día.
Llevar un diario para ver claro. No dejar escapar los matices, los pequeños hechos, aún si no parecen ser nada y sobretodo clasificarlos. Hay que decir cómo veo esta mesa, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, porque es eso lo que ha cambiado.


Foto de Flickr de MotherPie

2:48 PM Edit This 2 Comments »


Cuando nos llega el agua al cuello
Segunda Parte

Me revolcaba como lombriz en el asiento tratando de poner el mayor orden posible en la parte de atrás para que nada se mojara más de lo que ya estaba. Cuando controlé un poco la situación y mi mente se abrió a otros horizontes, [ya quería yo ponerme a pensar en Diego Luna] me percaté de que un vaivén mecía todo mi microcosmos... sí, estaba flotando, las llantas no tocaban el suelo y cada camión que pasaba (eran los únicos con la capacidad increíble de aún avanzar en ese mar dulce y amargo) producía olas que me parecían tsunamis chinos demoledores que hacían a los coches temblar. Vi cómo la parte trasera de un chevi cerca de mí parecía brincar sin control. La gente se salía por las ventanas... supongo que alguien los recogería en otro punto de la ciudad y se oían niños llorar. Los coches se movían a la deriva y se rozaban unos con otros. Dejó de llover. Abrí la ventana y saqué medio cuerpo para evaluar la situación. Alcancé a ver el gran estacionamiento acuático hasta muy muy legos. Me acuerdo de un taxi del que sólo podía verse el techo. Por suerte, mi situación no era tan crítica, estaba arriba de la banqueta. Los vecinos decían cosas graciosas y me hacían reír pero yo estaba realmente muy asustada. Creí que ni mi coche ni mi computadora servirían más. Pensé en que si tueviera otra cosa de valor, aunque fuera un perrito también se me habría ahogado en el desastre. Me imaginé a mí misma caminando de regreso a mi casa, empapada y con la cabeza baja.
Traté de tranquilizarme, me comí unos m&m's que mi hermano había dejado en el coche y esperé, esperé y esperé. A la media hora ya me sentía Penélope. Traté de dormir pero estaba demasiado preocupada como para lograrlo. Finalmente, me di cuenta de que muy poco a poquísimo el agua estaba bajando y esperé aún más.
Después de un buen rato, pude abrir la puerta y empezar a sacar el agua. Me bajé, me estiré y platiqué (small talk about the weather) con mis compañeros de tragedia. El agua me llegaba ya abajo de los tobillos cuando me subí al coche y me dispuse a probar suete. Prendió, pero se jaloneaba. Un tipo me dijo que esperara con el motor prendido a que se le secara no sé qué cosa. Como yo sé un pepino de mecánica pues lo escuche y esperé aún más mientras pensaba en cómo el agua se había ido de la misma manera en que llegó.
Segundo intento: mi ahora alberca ambulante parecía funcionar bien... y sí, llegué a mi casa, con el estrés que se apoderaba de mí y de mi sombra.
Me bañé y me fui a dormir. Mi computadora tenía manchas internas en el monitor. Le hice una incubadora con una lámpara y la revisaba cada cinco minutos, pero no parecía mejorar. Me fui a Colima y al volver, mi lap estaba como nueva, hasta parecía sonreír... y yo no parecía, yo sonreí.

Fin

Imagen de Deviantart, Nikolai

9:44 AM Edit This 3 Comments »


Cuando nos llega el agua al cuello
Primera Parte

Eran como las siete de la tarde y amenazaba llover... una tarde normal, a excepción de que no tenía nada que hacer hasta el otro día. Pensé que lo más apropiado sería ir a rentar algunas películas y verlas con una mantita y un té mientras afuera la lluvia caería a cántaros. Bonita escena, imaginé. Llegué al videoclub y me tomé mi tiempo. Sin City o Novo?... Coffe & Cigarettes o mejor Delicatessen? ... o de plano El ángel exterminador... divagaba por los estantes repletos de dvd's cuando escuché truenos tormentosos. Uno de ellos fue tan fuerte que, sin pensarlo, hasta grité: Válgame el Cielo... para después disimular lo más posible entre los otros clientes que me veían con ojos burlescos. (Aquí es donde entra Artesi: pero quéeee son ojos burleeeeejcos? que traen un letrero que dice "somoj burlejcos, sabés?"... ok corte, todos sabemos que realmente amo a mi profe)
El caso es que escogí y me retiré anónimamente de la tienda. Cinco minutos menos de litigar películas y podría haber llegado a mi coche antes de que se reventara el cielo, pero demasiado tarde, caía el agua como si hubieran metido la ciudad entera en una lavadora cideral.
Como mujer valiente que se supone que soy (sólo es un supositorio jej) me aventuré en medio de la tormenta con dirección a mi casa, convenientemente en un tercer piso, lejos de cualquier inundación medianamente imaginable. Manejaba por Patria cuando me percaté que el agua llegaba a la avenida y formaba verdaderos ríos navegables. Llegué al cruce de Guadalupe y me aventuré. Ya mar adentro me di cuenta de que era la única idiota en medio del crucero. Quizás esa situación sólo le convino a Magallanes, para mí fue traumático... cuando llegué a la otra orilla, que no estaba menos inundada pero al menos no tenía tanta corriente, le agradecí a la Volkwagen de que lo habíamos logrado, mi pointer y yo. Qué lejos estaba en ese momento de saber que la aventura a penas comenzaba.
Aquello parecía una Marina, que por lo general me gustan muchísimo (más allá de su denominación), pero ésta era un desorden apocalíptico de coches de todos tamaños con el agua hasta las puertas. En ese momento pense: Marinita, tú no traes precisamente un hummer, sería bueno que... sí, se te está metiendo el agua!! pasados los impulsos elécricos que mi cerebro hizo (trop tard) para informarle a mi cuerpo que tenía que evitar que se mojara todo, la parte de atrás ya tenía todo un oasis paradisíaco donde mi Lap, inocente, se había ido de vacaciones. La rescaté escurriendo agua, lloviendo por dentro. La puse en la parte más alta del coche, mientras flotaban dentro cosas que jamás me imaginé que traía de polizones. Los que conocen mi coche saben que es todo un universo aparte: bolsas de mano con porquería y media dentro, cd's por cientos, termos de café, empaques, un peptobismol, trapitos varios, hojas de papel, las películas que había rentado, m&m's y cualquier cantidad de objetos olvidados no identificados.
En mi desesperación intenté hablarle a alguien, mínimo para calmerme un poco y asegurarme de que en la vida sí pasan cosas así, que no era un viaje... pero después de algunos intentos fallidos, mi teléfono cayó también en el caldo de lluvia y productos innecesarios que hacen más pesadas pequeñas nuestras existencias.

Continuará...

Imagen de Flickr, Hashidity