12:20 PM Edit This 1 Comment »
No pude más.
No pude más y escribí su nombre en el cuaderno. Mi caligrafía de francesa educada en el XIX se estremeció. Mis dedos se negaban a obedecer, mis ojos se negaban a atestiguar y toda yo me negaba a creer. No pude más, necesitaba hacerlo; sacarlo, plasmarlo, soltarlo en algún lado, dejarlo volverse real. No pude más y lo escribí. Y lo escribí muchas, muchas veces; como un atormentado asesino que da una y otra vez el golpe de gracia a una víctima que hace tiempo ya que dio su último aliento.
Imagen sucso en deviantart
No pude más y escribí su nombre en el cuaderno. Mi caligrafía de francesa educada en el XIX se estremeció. Mis dedos se negaban a obedecer, mis ojos se negaban a atestiguar y toda yo me negaba a creer. No pude más, necesitaba hacerlo; sacarlo, plasmarlo, soltarlo en algún lado, dejarlo volverse real. No pude más y lo escribí. Y lo escribí muchas, muchas veces; como un atormentado asesino que da una y otra vez el golpe de gracia a una víctima que hace tiempo ya que dio su último aliento.
Imagen sucso en deviantart