11:40 PM Edit This 3 Comments »

Hay veces en la vida en que uno hace cosas irracionales con un total conocimiento de la irracionalidad de las cosas, y aún así las hace uno... en la vida... a veces.
Rara vez hay justificación que legitimice ese tipo de acciones, generalmente estupideces, pero a quién le importa justificar todo, quién dijo que tenía que tener una razón lógica... y si la razón es sólo unas incontenibles ganas de ver qué pasa, de sentirse un científico manipulando el hábitat de un ratón sólo para ver cómo reacciona?... escenario hipotético: te toca llevar el pavo navideño desde el horno a la mesa. Entras al comedor, todos elegantemente vestidos te miran expectantes en un ambiente adornado con esferas, luces, nochebuenas, duces y copas. Todo es hermoso, equilibrado, preciosista como en las películas de Zeffirelli. Entonces tú dejas caer el pavo sólo para atesorar una fotografía mental, el invaluable momento en el que todo mundo hace una cara diferente, única, una cara que no había hecho nunca antes; la cara que se hace cuando se ve caer el pavo navideño ante las narices frías de toda la familia. Sabes que serás el odiado y burlado hasta la próxima navidad, incluso te haces daño a ti mismo pues no comerás pavo y seguramente te tocará limpiar y servir cereal en nochebuena... aún dudas en regalarte ese momento. Pero tu parte racional, tan educada, sale a flote para salvar la situación (y tu reputación) y tu parte aventurera, sedienta de pimienta a penas logra arrancarte un: "imagínate que se me hubiera caído el pavo"mientras el yo razonable la calla con una risita cínica.
Sin embargo hay veces, sí hay veces en que no te importa hacer el estúpido... el estupidito, con tal de reír por dentro. Presa de uno de estos momentos idiotas pero brillantes, confieso que hace un par de años aposté cuál sería el final del Señor de los Anillos, que estaba a punto de terminar de leer. Lo aposté, sí, contra mi hermano y mi primo que ya habían leído el libro... es sólo que me parecía grotesco que de una mordida le arrancaran el dedo a Frodo, no pensaba que fuera posible, Tolkien no me podía fallar de ese modo. Y aposté... así, estúpidamente, sin pensarlo... aposté un día de esclavitud. Obviamente, el fantasma de Tolkien no quiso hacerme ningún favor y perdí la apuesta, con mi hermano, mi primo y el fantasma riéndose a mis espaldas y frentes... pero no sabían que yo dentro reía más, de su reacción, de su expresión de triunfo por más surreal que éste fuera, un triunfo al fin para ellos y para mí.


Imagen de purplenothing, en deviantart.

6:59 PM Edit This 1 Comment »

3,2,5,2,4,1,1,2,4,3... ah cómo es difícil interpretar los números, siendo que guardan tanta pero tanta información. Pueden ser milagrosos, de suerte, malditos, de mala suerte, de serie, pueden representar medidas, tendencias, niveles, individuos.
Siempre me han parecido mágicas las sucesiones lógicas de números... que por cierto son totalmente lógicas y en absoluto mágicas. Los números de Pascal y la serie de Fibonacci, el crecimiento geométrico y la definición de las espirales. Realmente podría haber sido ingeniera... aunque se burlen. Sin embargo nada de maravilloso tiene lo cuantitativo de mi trabajo de métodos. Dicen que después de la emoción queda solamente la frialdad de los números... hoy muero de frío y la clase nunca fue emocionante.


Foto de flickr, konomiho

3:47 PM Edit This 3 Comments »
Hoy fui al centro de la ciudad. Hace mucho mucho que no iba y fui muy feliz. Esa zona de Guadalajara no me trae más que buenos recuerdos... de esas veces que puedes verte a ti mismo frente a ti, como en un súper ocho de hace tiempo con gente que ya no está, fuera de foco y con manchitas porque la memoria es traicionera.
Marina chiquita de la mano de papá, que le explica que la arquitectura de la catedral es un neogótico malencarado. Marina adolescente esperando a mamá en la meta del maratón de las Fiestas de Octubre, con la Carmina Burana de fondo y palomas en el cielo. Marina tomando fotos con Sergio, Ale y Olga. Marina comiendo raspado. Marina saliendo del cineforo, con amigos. Marina saliendo del cineforo, sola. Marina sonríe al ver tantas Marinas felices a su alrededor.


Imaden de Deviantart: princedimion

6:51 PM Edit This 0 Comments »
















El problema de la Estrella es espacial...

el de la Manzana es temporal.

Imagen: Pomme étoile de Eva Driot.

10:14 AM Edit This 2 Comments »

Porque Ud. lo pidió... (sí esa eres tú primita) aquí va la traducción del post pasado... la verdad es que me rehusaba a hacerlo porque si de por sí en francés está cursi, pero bueno espero que cuando hables ruso, hagas lo mismo por mí. Siéntolo si la redacción presenta irregularidades, traducir es confuso. Te quiero prima.

Las Musas

Me gustaría mucho poder poner algo interesante y nuevo. Alguna cosa, sólo para reír, para soñar, por el placer de escribir. Después de haber buscado empeñosamente en mi cabeza, nada aparecía; todo era banal, común, ordinario. Entonces pensé en las musas, las damas de la inspiración que se van cuando desean. Se ha escrito tanto esperando que lleguen, sin darse cuenta que ya están ahí. Son caprichosas, las musas. Me gustaría ser una; llegar y partir según las estaciones, el tiempo, los sentimientos; tener un largo vestigo blanco y ligero, y flores entremezcladas con los cabellos; esparcir el polvo mágico de la inspiración y volver brillante al que reciba un poco... demasiado fantástico para ser real.
No obstante, ahí, al fondo de mí, de ti y de todos los que aman las cosas bellas de la vida, hay una pequeña musa escondida, secreta, hasta cansada. No hace falta que espere a la dama de cabellos floridos, no hace falta que yo lo sea, ella está siempre ahí, forma parte de mí, de nosotros. Sólo es preciso abrirle la puerta y dejarla salir.

11:41 AM Edit This 4 Comments »

Les Muses

J'aimerais bien pouvoir mettre quelque chose d'intéressant et de nouveau. Un truc juste pour rire, pour rêver, pour le plaisir d'écrire. Après avoir cherché fort dans ma tête, rien n’apparaissait, tout était banal, commun, ordinaire. Alors j’ai pensé aux muses, les dames de l’inspiration qui s’en vont quand elles le veulent. On a écrit tellement de choses en attendant qu’elles viennent, sans s’apercevoir qu’elles sont déjà là. Elles sont capricieuses, les muses. J’aimerais bien en être une ; arriver et partir au gré des saisons, du temps, des sentiments ; avoir une longe robe blanche et légère, et des fleurs mêlées aux cheveux ; éparpiller la poudre magique de l’inspiration et rendre brillant auquel qu'en reçoit un peu… trop fantastique pour être réel. Néanmoins, là au fond de moi, et de toi, et de tous ceux qui aiment les belles choses de la vie, il y a une petite muse, cachée, secrète, même fatiguée. Il ne faut pas que j’attende la dame aux cheveux fleuris, il ne faut pas que je le sois, elle est toujours là, elle fait partie de moi, de nous. Il faut seulement lui ouvrir la porte et la laisser sortir.


Imagen: Ninfa con i fiori della gloria mattutina, de Jules Joseph Lefebvre.